Los distintos territorios que forman España presentan características geográficas comunes. Así, nuestro país está situado en la zona templada del hemisferio norte, entre Europa y África; su relieve es de altitud media elevada y tiene una gran riqueza de medios naturales.
La población española se sitúa en la fase evolucionada del modelo de transición demográfica, caracterizada por un notable envejecimiento de la población.
El tipo de poblamiento que existe en España es el concentrado. La mayoría de los españoles residen en núcleos urbanos de diverso tamaño; sobresalen Madrid y Barcelona.
España posee una red de comunicaciones organizada en torno a las áreas más urbanizadas y desarrolladas.
A pesar de compartir muchas características, España es un país muy variado. Incluyendo costas, bosques y áreas semidesérticas, montañas y llanuras.
Las comunidades y ciudades autónomas españolas presentan un medio físico y humano con rasgos propios.